viernes, noviembre 04, 2005

OTRA DE TAXIS

Lejos la mejor que me ha pasado en un taxi. Tuve que grabar en América, un canal de TV por cable de Capital. A la salida, un radiotaxi me estaba esperando, para hacer un viaje de 3 paradas. El camino hacia la primera, no tuvo mayor inconveniente. El calor de la ciudad fue presurosamente aplacado por el conductor, que cerró ventanillas y puso en marcha el bendito aire acondicionado. Luego de la detención y algunos asuntos que resolver, la próxima parada era en el barrio de Congreso, sobre Rivadavia. Es aquí donde el chofer comienza a poner temas de conversación -era que no- sobre los más variados temas. O al menos eso es lo que creía, porque la verdad es que entre el ruido de su auto, y el aire que estaba al máximo, me impedían escuchar que cresta decía el señor. En señal de respeto y atención a su monólogo, asentía con la cabeza y hasta abría los ojos, clásico gesto de interés y concentración. Al llegar al sector, el señor se estaciona y salgo presto a enfrentar el calor maldito de Baires, en busca de unas cintas. Ese "trámite" demoró mas de la cuenta, tanto como para que el taxista pensara que, o me había arrancado sin pagar, o que sencillamente había sido parte de un "secuestro express". Una media hora mas tarde, mi humanidad acalorada y transpirada volvían al auto para encaminarnos finalmente hacia Casaméxico, última parada del periplo. Y es ahí donde me doy cuenta que el mundo es mucho más agradable de lo que uno quiere creer. Porque el chofer continúa la conversa, pero ésta vez, mis caras de atención realmente eran de atención; quería de verdad escuchar lo que me decía. Hasta me acerqué a él para lograr empatizar con sus ideas e intercambiar puntos de vista. Pensé que en ese vehículo estaban las respuestas a muchas dudas existenciales. Imaginé un mundo mejor después del intercambio de aspiraciones, deseos y bienaventuranzas. Creí que el hambre de Africa podría tener solución dentro de esa cabina con ruedas. Imaginé las catástrofes provocadas por la mano del hombre, claro que con soluciones concretas para reinventar el mundo... sin embargo, cuando el gesto técnico de acercar el oído para escuchar al taxista termina, toda la magia se rompe cual paleta de dulce cuando se escapa de las manos de un niño... el puto taxista no tenía dientes, y todas -TODAS- las palabras que dijo durante decenas de minutos, siempre fueron balbuceos incomprensibles para la especie humana. El sueño de cambiar el mundo simplemente se fue a la mierda. Aunque no por eso no pude evitar la carcajada mientras pagaba la carrera que por lejos ha sido la más entretenida de Buenos Aires.

4 Comentarios:

A la/s 11/04/2005 10:23:00 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Quiero colaborar!, quiero colaborar!. Tengo mucho de eso para contaaaaar!!!
Me gustó tu blog. Medio depre, pero esta bueno.
Saludos a la distancia.
Amarí.-

 
A la/s 11/06/2005 10:37:00 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

tu manera de contar me .... no se... digamos que me produce..... algo?

felicitaciones a tu padre por su aparicion en el cine!

 
A la/s 11/07/2005 01:39:00 p. m., Blogger marze pac dijo...

utilidad publica :

hey don JUT, necesito saber el nombre de una disqueria que esta en calle CORRIENTES, cerca de av florida, en la vereda que esta hacia av. san juan -en Bs As, no se donde esta el norte o oeste-. la disqueria en cuention es pequeña.
-es que unos amigos van de paseo y quiero encargar algo que vi allí-

si me puede ayudar con eso, le estare eternamente agradecida;bueno y si no, el agradecimiento será más corto.

por su atención y buena voluntad, muchas gracias.

pd: la historia esta del taxi, esta buenisima.

 
A la/s 11/09/2005 01:02:00 a. m., Blogger Felipe Iglesias S. dijo...

Puta la wea indigna. Escuchar pura mierda y hacer que la esquizofrenia la haga parecer algo inteligible....mmm...pensándlo bien, es como leer mi blog XD.


Saludos a la distancia!

 

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