lunes, febrero 14, 2005

140.

Viajo de San Telmo a Colegiales todos los días que tengo trabajo en la productora. Son unos ocho kilómetros que cubro en algo más de una hora en el "colectivo" (micro) que le da el título a este post. Y saben?. En este casi par de meses que llevo de Baires en el cuerpo, he logrado percibir varias cosas. La primera, es que depende si es de mañana, tarde, ida o vuelta, el nivel de chicas guapas puede llegar a ser perturbante. Si voy hacia Colegiales son guapísimas, seguramente porque pasamos por el centro de Palermo, algo así como el Alonso de Córdova de Santiago, el Soho de Nueva York o la Piata Sintagma de Atenas. Si es de regreso a San Telmo el nivel disminuye básicamente porque a los del casco histórico de Baires los lleva el rigor, no así el glamour. Podría pensarse lo contrario, porque éste es un sector que está algo así como de moda; sin embargo, la base de la población es inmigrante, y por eso no resulta raro toparse con paraguayos, peruanos, chinos y uno que otro chileno ladilla. Lo central de toda esta suerte de perfil sociológico, tiene que ver necesariamente con lo transversal que resulta este pueblo. Mucho mas cerca están ricos y pobres al menos en el roce, en los puntos de encuentro; en las calles se palpa fuertemente. Pero lo más curioso (y hasta agradable), es que nadie se está fijando en la pinta del otro, nadie está preocupado de si huele a Rexona o a Polo, simplemente se funden, y por lo que logro apreciar, es simplemente porque ambos extremos se respetan. Si en Chile fuéramos así aunque fuera en una pequeña fracción, sin duda que las cosas serían más cercanas a ese arcoiris que nos vendieron a fines de los ochenta, y no estaríamos tan preocupados de esas malditas brechas sociales, tan de moda en un mundo que optó por llamarse globalizado. Un asco!.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal